Una caldera limpia, regulada y bien mantenida, disminuye los riesgos de avería en las épocas de más uso de la misma, optimiza el rendimiento y disminuye el consumo de gasóleo, también evita agentes contaminantes.
Una caldera de gasóleo a primera vista puede ser segura y fiable, pero si se la da un uso cotidiano, necesita una limpieza o revisión anual.
¿Qué hacemos?
- Limpieza de caldera, quemador y filtros de gasóleo.
- Sustitución del inyector o pulverizador.
- Regulación del quemador en caso de combustión defectuosa.
- Comprobación del vaso de expansión.
- Revisión de todas las posibles fugas de agua.
- Sustitución de las piezas que puedan hacer que la caldera se averíe en un corto periodo de tiempo.
- Comprobación del funcionamiento de las bombas circuladoras.
- Puesta a punto de la calefacción, comprobando el calentamiento de los radiadores.
- Comprobación del funcionamiento del agua caliente si la caldera es mixta.